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26. abr., 2019

Familia en el rio

Familia en el rio

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CONTANDO HISTORIAS

26. abr., 2019

Hoy quiero escribir sobre esos sentimientos que te llegan al alma, cuando hojeando un álbum de fotos de mis padres, ves esa vida en blanco y negro, que representó parte de la suya.

Es cierto, que algo de melancolía hay, pues de muchas de ellas, sé quienes son, de otras no,  y me cuesta encontrar a esas personas que fueron tan especiales para mí. 

Lo más triste, es que cuando yo tampoco esté por aquí, nadie de mi familia reconocerá ya a ninguna persona. Probablemente ni a sus abuelos. 

Cuando veo estas fotos, de las que no sé quienes son, me pregunto, qué historias habrán tenido? seguirán vivos?.

Posiblemente los más pequeños que aparecen en la foto si que lo estarán, pero seguro que serán algo más mayores que yo, pues mis padres aún eran solteros. 

Si observais los modelitos de la época...., claro que era lo que había, solo  los más pequeños iban sin nada de ropa y es que entónces seguro que eso de los bañadores infantiles, no existía. 

A pesar de todo, se les vé que irradian juventud e ilusiones. Disfrutaban de un día en el rio y que yo sepa, creo que era en Torrelodones (Madrid) que hoy seguro que no hay ni ese simulacro de rio.

Recuerdo que cuando se podía, nos ibamos al rio Alberche a pasar el día. 

Ese día era toda una odisea, viajando en un tren que era todo de madera, lo que no sé es ni de donde salía, ni cómo llegabamos hasta allí. 

Podeis imaginaros lo que era ir con las tortillas, los pimientos y todas esas viandas tan camperas. Vino y gaseosa, que no faltase, aparte de unas mantas para el suelo, toallas para secarnos y poco más, pero que ya era bastante. 

Hoy que tenemos la facilidad de llevar en nuestros coches todo lo que necesitamos, os podeis suponer lo que requería el ir con todo ese cargamento, aparte las criaturas pequeñas?

Pues se hacía y se pasaba un día de campo estupendo. Tambien es cierto que yo de esas cosas no me preocupaba, para eso estaban los mayores. 

Como veis, esto se está pareciendo a las batallitas del abuelo Cebolleta, ese que dibujaban en los tebeos y que cuando quería empezar a contar cosas, toda la familia huía en desbandada y ahí se quedaba el buen señor, queriendo ser escuchado.

En otro momento, seguiré contando más batallitas que me están viniendo a la memoria, pero por ahora, no quiero abrumaros....

 

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21. abr., 2019

Un guaperas de la época Stephen Boyd que con ese hoyuelo en la barbilla hacía suspirar a más de una.

Un guaperas de la época Stephen Boyd que con ese hoyuelo en la barbilla hacía suspirar a más de una.

ESAS SEMANAS SANTAS

21. abr., 2019

Hoy estoy viendo la pelicula de Ben Hur. No la había vuelto a ver desde casi mi adolescencia. 

Eso me ha llevado a recordar aquellos años, donde cuando llegaban las fechas de la Semana Santa, todos los hábitos que se tenían, sufrían un cambio radical. 

Siempre he sido una ferviente oyente de la radio y del cine, pero un poco antes de que se iniciara esa Semana, en la radio, solo había música sacra, en los cines, películas del corte de esta de la que hablo. Todas referidas a la Pasión. 

En una ocasión en que no me dió tiempo a llegar al encuentro con mis amigas, me encontré con que no tenía con quien ir. No obstante, me fuí a uno de los cines de mi barrio (hoy inexistente) y entré a ver una de esas películas. 

Me tuve que marchar de la sala, porque un tio asqueroso no dejaba de importunarme. Ahora no recuerdo muy bien lo que decía, lo cierto es que me tuve que ir. 

Lo que son las cosas de la mente, hasta ahora que me he puesto a escribir sobre este tema, no he recordado aquella situación.  Afortunadamente no pasó nada y regresé a mi casa sin decir ni pio al respecto.

Al ir a un colegio de monjas, se tenían que hacer los ejercicios espirituales, sencillamente me aburría y no entendía el sentido de hacer eso. 

Por otro lado en el colegio, en los momentos en que no estabamos en la capilla, nos dejaban tiempo para leer, eso sí, todo libros religiosos.  Ahí me dediqué a devorar todos los que encontré relativos a las vidas de santos.....

Había que recorrer las estaciones (cosa que yo tampoco tenía muy claro para qué servía) pero por lo menos iba con mis amigas y amigos y entre  una y otra iglesia, nos divertíamos. 

Mientras estuve asistiendo al colegio, no dejaba de cumplir mis obligaciones religiosas, pero después, con el tiempo, después de algo que presencié durante la celebración de una Misa, abandoné totalmente esas obligaciones.

Después, al paso de los años, todo cambió, se empezó a ir de vacaciones en esas fechas, hubo otro tipo de películas que poder ver, se podía ir a la discoteca, oir la musica juvenil en la radio. 

Hoy, aunque en muchos lugares, incluso diría más en toda España, se celebran procesiones y los practicantes, los turistas tambien, asisten a ellas. 

Otros disfrutan de unos días de vacaciones, visitando otros lugares o simplemente disfrutando paseándose por las playas y si el tiempo lo permite, no como en el presente año, darse unos baños en el mar.

Así que por hoy, os dejo con estos recuerdos de esa adolescencia perdida. 

AYER Y HOY

27. mar., 2019

Ya sabeis que me gusta hablar de la amistad, y es que soy afortunada.

Quizás por el paso de los años, vas valorando aún más esas amistades, las de verdad. 

Amigas/amigos de hoy, que aportan y que sabes que puedes contar con ellos.

Amigas de ayer, que siguen aquí y mantenemos esa unión, a través de los tiempos y de las vicisitudes pasadas por cada una.

Ahora, se van incorporando algunas de esas personas que formaron una parte muy importante en mi vida, amistades de infancia y adolescencia. 

Las circunstancias personales, nos fueron separando, hasta en algún caso  no volver a vernos desde la boda de algun@, pero hoy, por fín van llegando a nuestra cita mensual en la que quedamos para comer, charlar y cómo no, echarnos unas risas.

Bienvenida Marisa y como no Eloy, que se incorporó a tomar el café y me emocionó volver a verle y charlar con él. 

 

Un brindis por la amistad.