Esas amigas

23. may., 2016

Ya podreis pensar que soy un poco plasta con esto de la amistad, pero tengo que insistir en lo que tantas veces se dice y que casi siempre se cumple.

Las amigas de verdad se cuentan con los dedos de una mano y si eres afortunada con las dos.

Aquí estoy con mis amigas de ayer, de hoy y de siempre.

Volvemos a tener la fortuna de vernos, por lo menos una vez al mes, no perdamos esta costumbre, ayer comimos alla y mañana acullá.

La comida es la excusa, lo que interesa es vernos y charlar, intercambiar opiniones, saber cómo van aquellos temas o preocupaciones que podemos tener cada una de nosotras en un momento determinado, es decir, seguir ahí.

Lo que de la última vez, me gusta resaltar es que en un momento dado, en la conversación surgió el tema de actualidad, el gobierno o mejor dicho desgobierno que tenemos.

Pero en realidad el objeto de mi reflexión, es que ahora, las mujeres de nuestra edad y las que van detrás de nosotras, tenemos opinión sobre cualquier cosa que ocurra a nuestro alrededor y lo comentamos. 

Lo extraordinario es que eso hace muuchos años, o sea cuando yo era muy joven, eso ni se mencionaba, como mucho, yo participaba en temas del sindicato y el comité de la empresa y poco más. 

Cuando ya llegó la transición, tuvimos nuestra oportunidad de votar, pero no había lo de hoy, conversaciones intensas sobre este tema.

Aunque hoy ciertamente estoy hastiada y asqueada de la situación que tenemos.

Antes hubo dudas, miedo, ilusión......, hoy yo por lo menos no. 

Hasta la próxima cita en Junio amigas.

 

 

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25 años y más

23. may., 2016

Estoy en unas fechas realmente excepcionales y es que mi hija mayor se va a volver a casar, pero ojo "con el mismo hombre", cosa rara en estos tiempos que corren.

Por lo tanto, estoy viviendo todo aquello que hace 25 años no se hizo:

- Elegir traje de la novia.

Pero en esta ocasión ha sido como ella quería y lo más bonito todavía, su hija, (mi nieta) allí estaba tambien y eligiendo, llorando y emocionandose como su tia Esme, su amiga Marijose y como no podía ser menos, la madre. 

- Preparativos, despedida de "no soltera", etc., 

Pues sí todo eso estamos preparanbdo para la apoteosis final, que será el próximo día 28.

Así que este pasado fín de semana preparamos la despedida, que lo que más me gustó de todo es ver a mis hijas y nieta felices disfrutando por cada poro de su piel.

Qué voy a decir yo, pues que ver a tres generaciones de una misma familia, incluída mi hermana Lucrecia con su hija Elena y la casi nuera Sandra, es realmente bonito, antes las abuelas se quedaban en casa, ahora no, también acompañamos en estos momentos a la hija.

Ciertamente el espectáculo estuvo divertido y nada tiene que ver con esos que antes se hacían y se siguen haciendo de ir a ver a otras personas en despelote picado. 

Hablando de despelote, tengo que recordar las otras dos despedidas de hace ya unos años que fuímos, en las que también nos acompañó mi madre y su hermana. 

Ahí nos partimos de risa con las dos "abuelas" ya que ellas era la primera vez que veian estos espectáculos y menos a unos hombres tan bien hechos, se les salían los ojillos. 

En definitiva, el próximo sábado delante de la gran familia que somos y los amigos más intimos, celebraremos la reiteración de ese amor en esta pareja tan bien compenetrada y feliz. 

Felices 25 Esther y Jose. 

 

Conversaciones

8. may., 2016

En este caso más bien son  monólogos los que mantiene mi madre conmigo siempre que la acompaño unas horas en la residencia.

Sinceramente mi madre y yo no hemos tenido conversaciones sobre la vida, su vida, ni la de su familia hasta hace relativamente poco tiempo. 

Con mi madre las únicas veces en que "hablamos" fué cuando tuve mi primera menstruación y lo que hizo fué advertirme que no me fiara de los hombres, ni siquiera de mi padre y la segunda fué cuando supo que estaba embarazada siendo soltera y nos cogió al padre de la criatura y a mi diciendonos que nos casábamos enseguida a las 7 de la mañana y que no lo supiera ni el tato. 

Menos mal que luego mi padre la hizo entrar en razón y las cosas fueron como tuvieron que ir. Aunque muchas veces me he preguntado cómo hubiera sido mi vida si no se hubiesen precipitado los acontecimientos.  Pero como eso queda en el imaginario, no sigo avanzando por ese camino. 

Otra ocasión de las que mi madre me cogió por banda fué para que hablara con mis hermanas, las gemelas y las advirtiera de que no hicieran lo que hice yo, casarme en estado de buena esperanza. ¡Con buena había ido a dar!. 

Lo que quería hablar.  es a que ahora que en esos monólogos en que mi madre me va contando cosas de su infancia, juventud y demás vivencias, voy entendiendo mucho mejor su forma de ser y de pensar.

Hasta se me ha ocurrido.  escribir sus memorias, aunque alguna cosa ya he ido dejando en otras páginas de esta web. 

Ahora cada rato que paso con ella, veo esa fortaleza interior que la hizo afrontar esa dura vida que algunos atisban y ahora yo conozco. 

De su entorno hermanos, primos o primas, amistades...., solo vive su hermano pequeño (bueno, eso creo, porque señales de vida no han dado hace muchos años), que por cierto ya hace más de un año que no se digna visitarla, viviendo en la misma ciudad y su hijo a escasos quinientos metros de donde está mi madre. 

Cuando dicen que todo se paga, espero que sea así, mi madre no se merece ese desapego, cuando si no hubiera sido por mis padres, mi tío hubiera sido un analfabeto y no se de qué hubiera podido vivir en su adolescencia.  Ellos le dieron casa, comida y formación, ya que mi padre se dedicó a enseñarle a leer, escribir y las reglas básicas de las operaciones matemáticas. 

En fín que aunque cuando mi tía murió ya le hablé a mi tío que tuviera en cuenta que solo le quedaba una hermana, que procurase visitarla o llamarla, durante un tiempo si lo hizo, incluso cuando mi madre ingresó en la residencia iba a verla con relativa frecuencia pero a partir de Marzo del año pasado, se acabaron las visitas y huelga decir que tampoco llamo, sólo hablaba con ella, cuando mi madre me pedía que le marcase su número de teléfono y poder saber cómo estaba. 

La última vez que habló con él fué la semana pasada y en ningún momento dijo que iría a verla y eso que mi madre le insistió que a ver cuando pasaba a visitarla, que tenía ganas de verle. 

El día que mi madre falte, ya no valdrán las lágrimas ni el "si yo hubiera...."

Triste final para una familia. 

 

 

 

 

Bromas

7. may., 2016

Claro que hay bromas y bromas. Mi padre tenía ese punto especial en los que a pesar de su situación física, tenía cabida el sentido del humor. 

Hoy voy a contar algúnas de sus "bromas", así sus nietos podrán conocer un poco a esa persona que es su abuelo y que solo Esther tiene más tiempo de haber convivido con él, Luis menos y seguro que no se acordará de muchas cosas. 

En la época en que tener un teléfono en tu propia casa, era un milagro, mi padre decidió gastar dos bromas a diferentes personas. 

A nuestra querida amiga Amparo (esta famila tenía un hijo trabajando en Alemania), pues bien, mi padre la llamó diciendo que era una conferencia desde Berlín de su hijo. Esta mujer se puso tan nerviosa y alterada que mi padre no pudo llevar al final la broma, identificándose para que a la pobre no le diera un yuyu.

Otra fué a la mujer de mi tio Julián. Acababan de darle línea telefónica y había llamado previamente a casa para comunicar a la familia el número. 

Pues a la media hora más o menos marcó el numero y contestó mi tía. Se identifica mi padre como de la compañía telefónica diciendo que estaban haciendo unas pruebas de sonido y que ella tenía que soplar fuerte. Así lo hizo Fina, pero mi padre decía que no se oía nada, que soplara más fuerte, así varias veces, hasta que en un momento dado dijo Fina que llamase más tarde que ya estaría su marido y él tendría más fuerza para hacerlo. Ahí mi padre no pudo aguantar más la risa y explotó, con lo que su cuñada le identificó y se acordó de toda la familia, por haber caido en la broma.

En esta otra ocasión no era una broma si no una manera de expresarse lo que hizo que en esa ocasión, se creara una situación un poco confusa.

Esta vez fué en una comida en casa de unos amigos, que a su vez habían invitado a otra pareja que no conocían a mis padres. 

En la sobremesa en la que se conversaba de difrentes cosas, mi padre hizo el siguiente comentario:

".....pues yo, desde que estoy con la alemana, soy un hombre feliz, puedo salir y entrar, en fín vivir y sobre todo hago feliz a mi mujer, que está tan contenta..."

Ante la mirada asombrada la pareja que no les conocía, el anfitrión, no tuvo más remedio que entre risas explicar la situación: 

"... la alemana de que habla Paco, no es una persona, es una pierna artificial cuya procedencia es germana y por eso desde que se la pusieron, tiene una facilidad de movimientos que antes no tenía" 

Todos comprendieron totalmente la situación que además sirvió para echar unas risas.

Otras dos ocasiones en que utilizó su famosa pierna para tomar el pelo a alguien, fueron, primero a la novia de un primo de mi tío Antonio que llevó a su novia a presentarla a la familia. La situación creada fué la siguiente:

Mi padre la indicó que se sentara a su lado en el sofá, una vez que se sentó, mi padre de una forma sibilina, le acercaba su pierna a la de ella, la pobre chica se apartaba un poco y sin querer hacer ostentación de lo que pasaba para no crear una situación tensa entre su novio y mi padre. Así una y otra vez, hasta que la chica se iba poniendo colorada y sin saber dónde meterse, hasta que el novio que había observado todo desde el principio le dijo a la novia: "... tranquila que no te quiere meter "pierna" que esa es la "alemana" y te está tomando el pelo.." a partir de ahí todo volvió a la normalidad y siempre hubo una muy buena relación con ellos. 

Otra bromita era con su nieto Luis, al cual le hacía agacharse para que viera la pierna y cuando él se acercaba, soltaba la banda elástica que tenía en la pierna, haciendo un ruido que asustaba al pobre Luis y así ocurría hasta que mi madre le llamaba la atención por asustar a su "Guichi".

Con la siguiente broma finalizaré estas batallitas del abuelo. 

En una de las habitaciones que teníamos, en una de las camas, dormía mi tio Julian y uno de los huéspedes que teníamos en casa. 

A mi tío le asustaban sobremanera las arañas, cangrejos y demás bichejos parecidos. 

El caso es que en una ocasíón mi padre había comprado una araña tipo tarántula negra, de goma que tenía un sistema en el que se apretaba una pequeña bola de aire, que a su vez hacía que la araña se moviera. 

Pues ahí mi padre se puso de acuerdo con el vecino de cama de mi tío Jose Pepe, para que cuando mi tío abriera la cama para acostarse, el apretara la bola y la tarántula se moviera por la sábana. 

Pues así hizo este hombre y yo nunca he visto a una persona más aterrorizada que mi tío, cuando intentó meterse en la cama. 

Después aunque sabía que era una broma y que no había bichos de esos, siempre desmontaba la cama antes de meterse en ella. 

Y como decía Bugs Bunny...."Y eso es todo amigos..."

 

 

 

Otras vecindades...

18. nov., 2015

Continuando con las aventuras de la vecindad de la cá Alcala. 

Para que veais el grado de infiltración de la tal María Luisa, os contaré que el nombre de una de mis hermanas (las gemelas) se llama Lucrecia a cuenta de ella.

Pues bien, cuando nacieron las gemelas, que nacieron antes de lo previsto, pues tuvieron que salir corriendo al hospital, bastante atemorizados, pues cuando nací yo les advirtieron que un nuevo parto, podría ser mortal para mi madre. 

El caso es que debido a la situación de la salud de mi padre, la buena vecina, les acompañó y a mi me dejaron con mi abuela en casa.

Resumiendo, como se presentaron dos y eso no se sabía entónces, todo lo previsto se vino abajo.

Ya se tenían los padrinos y el nombre que le pondrían al niño o niña. 

Entónces se tenía que inscribir en el registro civil, el nuevo miembro de la familia, en el mismo dia del parto, por lo que la buena señora le dijo a mi padre, que su hija sería la madrina de la otra niña que había nacido y que se llamaría como ella, Lucrecia.

Cuando se lo contó a mi madre, fué tal el cabreo que estuvo unos cuantos dias sin dirigirle la palabra, pero ya estaba todo hecho. 

Así que los padrinos de una de ellas fueron mis tíos Ale y Antonio y de la otra,  la hija de la vecina con un huesped que teníamos en casa.  En definitiva estos dos padrinos, por razones obvias, no estuvieron a la altura de su "cargo", sin embargo mis tíos fueron los padrinos de las dos. 

Esta chica (la hija de la vecina) tenía un novio que era un artista y me explico. pintaba cuadros, hacía viñetas en tebeos y lo que más me maravillaba era su faceta de ilusionista. 

En una tarde/noche estaban los dos novios en mi casa cuando hizo un juego de manos con un huevo, que todavía tengo el sabor de ese huevo en mis papilas gustativas y es más, en alguna ocasión he comido una tortilla francesa con ese imborrable sabor. 

Pues os explicaré en qué consistió el juego del huevo. Este hombre cuyo nombre es Felipe, le pidió a mi madre que le dejara un anillo y que veríamos cómo lo metía dentro del huevo sin romperlo y no sé cómo fué, pero eso hizo y yo esa noche cené esa tortilla que no olvidaré.

Felipe, tenía muy cerca de casa un estudio donde pintaba y en aquel momento estaba haciendo un cuadro de su novia, no me olvidaré del vestido que llevaba, parecía una princesa.

Pues bien como eso de que unos novios estuvieran solos, no era bien visto y menos aún teniendo que posar para un cuadro, allí me tienes a mí de compañía, que ya me contareis que podía saber o hacer yo, seguro que algún achuchón se darían sin que yo me percatase de nada.

Poco queda de mis recuerdos respecto a María Luisa.

Había sido enfermera, por lo que era quien pasaba a poner las inyecciones a mi padre, cuando le era necesario. Otra cosa muy curiosa era cómo se manipulaban las jeringuillas y las agujas para ponerlas, se reutilizaban una y otra vez, todo se hervía en unas cajitas de aluminio, que era donde se transportaban y así una y otra vez. Hoy afortunadamente todo es desechable.

Ah, se me olvidaba. Esta mujer tenía un marido llamado Pedro, en su día debió de ser militar, porque tenían en la pared de la entrada de casa una especie de cuadro con varias espadas colgadas, me asustaban un poco. 

A este pobre hombre le tenía martirizado, ahí el maltratado era él. Le daba unas broncas impresionantes y le llamaba de todo. Siempre se le veía llegar a casa con la cabeza agachada entre los hombros, con esa dura carga. 

En el próximo capítulo hablaré de más gente.... Esto es cotilleo puro y duro, aunque ya no se hace daño a nadie.