Hoy no existen esas frases en clave.
Quiero decir, que cuando los niños estabamos junto a los adultos y había conversaciones en las que no era adecuado que nuestros tiernos oidos escucharan determinadas cosas, inmediatamente alguien decía: "Hay ropa tendida" y claro, la charla cambiaba de rumbo y en el peor de los casos, nos mandaban fuera de la habitación.
A mí, solían enviarme a la otra parte de la casa (que no era muy grande) a buscar algo, que por supuesto, no encontraba, con lo que de esa manera, cuando llegaba de regreso, ya habían terminado de decirse lo que fuera. Y eso que yo corría, porque claro, sabía que allí se hablaba de algo interesante, aunque seguro que si no me hubieran mandado fuera de la habitación, no me hubiera enterado de nada.
Otras frases curiosas eran las que mi madre o mi tía me contestaban cuando preguntaba dónde iban y las respuestas solían ser:
"A contar los frailes, que falta uno"
ó
"Al cine de las sábanas blancas"
Ciertamente eran frases que te dejaban bastante perpleja, pero como no podías hacer más preguntas...., a callar.
Ahora no me vienen más a la cabeza, pero si alguno de los que me leeis, quereis colaborar, os agradeceré que me conteis vuestras experiencias.
Maria teresa
21.12.2018 00:46
Jajaja es verdad, bueno como eramos listas sabiamos en cada momento cuando estabamos de mas.
Comentarios recientes
26.11 | 16:00
Nunca me hubiera imaginado este final!!!
24.11 | 16:30
Madre mía qué interesante, pero nos dejas con la miel en los labios. Espero que al final tengamos un final feliz!!!
24.11 | 11:01
22.11 | 14:26
Todos tus relatos me gustan
Cómo sigues preciosa?